
El otro día hablaba de que las relaciones son como una cárcel en algún sentido. Decía que necesitaba libertad porque me sentía así ya que tú no puedes darme la compañía que necesito en unos viajes que me gustaría hacer ahora mismo. No puedes, aunque quieres, y yo también. Pero la cosa es que no puedes, y por efecto dominó yo tampoco.
Supongo que se me juntan varias cosas; Estoy cansada de que pasen los días y que todo sea igual. Que mi padre pretenda que me saque el carnet al cual me apunté porque te lo prometí. Sin embargo, cada día me arrepiento de ese acto porque siento cada día un agobio inmenso por ver que pasan los días y mi desgana es casi mayor que el día anterior. Tengo un "No Quiero" inmenso adherido al conducir un coche y es que ni si quiera soy capaz de ponerle un ápice de interés porque verdaderamente es una cosa que nunca me ha llamado la atención. Sin embargo siempre he sido de apuntarme, comenzar y seguir hasta terminar. digamos que siempre me he obligado a acabar lo que empiezo, pero hay excepciones. De veras siento un puñal cada vez que pienso en ello y trato de motivarme de alguna forma pero necesito de alguien más que me dé el empujón.

Me gustaría poder decir que eres la elegida en ese ámbito para mi corazón, porque tal vez así tiraría adelante. Me cuesta, mucho, porque no es un tema de mi agrado. Necesito una profesora que me haga cambiar de parecer..
Mas eso no es todo en mi lucha de cada día. También lucho con la monotonía de casa día. Echo en falta esa vida de estudiante donde cada día hacia casi lo mismo. Me socializaba, me movía.. Era guay llegar a clase y pasar la mañana sentada y tranquila. Recibir y dedicar los descansos a reír, jugar o lo que fuera. Echo de menos eso.. Tener un horario que me diera fuerzas para no tirar mis días por la borda como suelo hacer.
No encuentro ganas de estar despierta ni tampoco de dormir.. Todos los días son idénticos.
Algunos pensarán. Necesitas salir de casa o incluso trabajar.. pero lo cierto es que ni tan si quiera eso sería lo que requiero. Era estudiar y no trabajar lo que me gustaba, y a pesar de que aquí en mi casa empiezo a ver que nada me gusta porque mis padres se van haciendo mayores, y yo también.. sé que los echaría de menos porque siempre he tenido un apego mayor que el de cualquier persona que se conozca como normal. Aún así, estoy segura de que podría ser una alternativa, aunque tan lejana como mi novia vive de mi..

Me repito a mi misma que es cuestión de actitud, (todo eso que siempre te he dicho intentando animarte), resignación.. pero aún así, la resignación me lleva a este estado donde a fin de cuentas, estoy mal.

Lo último que me dijiste fue casi un grito de agonía. Me llegó tanto que he estado todo el día con ello en mi mente.. Parece que me vieras tambalearme tanto que creyeras que tu y yo estamos al límite. Me diste las gracias, por mi lucha interna y diaria y me dijiste que no me iba a arrepentir por luchar por tí..

Creo que en cierto modo me da vértigo ese sentimiento y trato de igualarlo de alguna forma con mis autoexigencias porque, por mi forma de ser.. esa capacidad de utilizar la razón para todo.. me doy cuenta de que yo no sería tan emocional de dar mi vida por nadie.. aunque, eso no depende de mi capacidad de amar.. más bien depende de la inmensidad de mi miedo.
El mismo miedo que toda la vida he ido adquiriendo y heredando de la única mujer que daría su vida por mi desde el mismo instante en que comencé a ser algo tan sumamente diminuto como para salir de un cuerpo humano masculino.
Siempre será algo de lo que quiera despojarme aunque tengo en cuenta que.. siempre hay que tener cuidado con lo que uno desea..
No hay comentarios:
Publicar un comentario