domingo, 21 de agosto de 2011

La infancia no se olvida


Es increible como la infancia se hace con nuestra felicidad hasta tal punto de envolverte por completo en ella habiendo pasado tanto tiempo.

Gracias a un reto de esos que yo hago del facebook pude recordar aquellos findes en los que me dedicaba a socializarme con unos grillos asentados en uno de los riegos de Zarzalejo.

Y buscando imagenes por internet encontré que son grillos de campo. Las imagenes me han traido aún más nostalgia de aquella época.
No es que recuerde muchas cosas pero sí mi piedra redonda, aquella azaña de los ratones, las noches mirando estrellas o aquellas en las que me ponía a hacer pis en el camino y me imaginaba que venía un ginete de la edad media tapado con una especie de armadura, las arañas del techo de mi habitación que me hacían mirar el techo vigilando que no cayesen encima mia durante mi futuro sueño y al final caía yo en el sueño antes de poder observar a donde iban. Las mañanas frias en las que salía a la calle a hacer pis y mientras salía observaba como todos estaban totalmente en coma. Los bocatas de chorizo o cuando al llegar compraba chuches en la panadería del pueblo. el recorrido de ida y vuelta y mis vueltas con lucky en el jardín de al lado. jugando por nuestra parcela al escondite y otras veces al pilla pilla. Las siestas entre colchonetas que a veces se hacian tardes de indios en sus cabañas de tela, o aquellas siestas en las que todos dormían y yo mientras me dedicaba a jugar a los coches en la puerda de la casa, donde me estampé y perdí mi virginidad gracias a unos patines en línea con los que no sabía frenar y como deslizaba poco el suelo.. jajaja

Mi madre alucina cuando le cuento porque dice que jamás creía que recordaba tantas cosas de allí, pero la verdad es que recuerdo muchísimas cosas. Después de todo, fueron muchos años :)

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