sábado, 27 de octubre de 2012

Hormonas otoñales

El comienzo de curso, este año, como desde hace dos años atrás se ha visto alterado por mis hormonas más movidas. Supongo que la historia de Jen y Tilly tampoco ayudó para ello y al final acabé depositando ilusiones y sentimientos en personas que no correspondían.
La verdad es que no soy capaz de reconocer la razón por la cuál aquel primer día de clase apareció y entonces sentí ese impacto de inmediato. Jamás me había pasado antes y realmente me resultó muy pero que muy llamativo. 
Supongo que unas cosas se iban sumando a las anteriores y al final colapsó el meteorito. Y es que me tiré a la piscina varias veces; fui demasiado honesta con mis acciones y demasiado generosa y cooperativa.. bueno, no sé si esa es la palabra exactamente. Creo que me pasé en mis intentos de ayudar y digamos que me di cuenta, según pasaban los días, que realmente no se puede ayudar a alguien que no quiere ayuda alguna. Alguien que no quiere, concretamente, tu ayuda. 
Tuve días a su vez en los que desee no haberte ayudado en absoluto y reconozco que aún no me termina de hacer gracia el hecho de que sigas teniendo mis libros de la carrera, pues son míos y es como abrirte mi corazón y mi sabiduría cuando creo que realmente no lo mereces. 
Al principio me hacías recordar un poco a personas que anteriormente no me pusieron muy fácil mi día a día, pero no tengo el tiempo necesario para invertir en ti y en ganarme tu confianza y tu amistad, como hice con ellas. Por eso tomé la decisión de hacer la opción opuesta; que cada una vaya por su camino y no tengamos nada que ver la una de la otra salvo que, una vez, fuimos profe-alumna. 

No quiero nada más de ti, y reconozco que me ha costado varios días, casi semanas, en aceptar todo y en tomar esta decisión. No es fácil para mi, por mi forma de ser, dejar a alguien, a quien admiro, atrás. Pero la vida te enseña que no siempre has de enriquecerte y llevarte a tu vida a todas esas personas que admiras. Algunos simplemente han de ser estrellas fugaces y tienes que aceptarlo y disfrutar de ellas ese poco tiempo que las vas a ver o tener cerca, por quiénes y cómo son. Sin más vueltas.

viernes, 26 de octubre de 2012

Once upon a time

Erase una vez.. millones de cuentos que empezaban todos con la misma frase introductoria. Cuentos que fueron tomados y reunidos para crear una unica serie. Un poco liosa, en determinadas ocasiones, pero de lo más ingeniosa, moral y encantadora. Y no podía llamarse de otro modo que como todos esos cuentos empezaban.

Conocía la serie de antes, mucho antes incluso de que se emitiese en ninguna parte. Le eché un ojo junto con mi gran amiga Seel y nos dijimos la una a la otra que esta seria una de nuestras series. Efectivamente, no nos equivocamos y es que las meras imagenes, las pocas que vimos y que por aquel entonces había fueron las unicas necesarias para hacernos ver que se avecinaba.

Empecé a ver la serie tarde, de hecho, del tiempo que hacía desde que supe de ella hasta había olvidado si se trataba de una película o de una serie y me decanté por la primera opción a pesar de mi asombro posterior. Sobre todo porque encima llegué tarde y empecé a ver la serie por el capitulo 11. Llevo 4 capítulos vistos y reconozco que me encanta. Creo que cada capitulo es independiente, ligeramente y que transmite valores muy buenos. Hay cosas que se ven a la legua y la verdad es que me parece bastante light, como si estuviese hecha también para niños. 
Pero supongo que lo que más me gusta de la serie es esa carácter que tiene de tierras antiguas en las que los caballos, los ropajes del medievo y el verdor del campo son básicos y yo, que me crié con Xena y que disfruté como una enana la serie de la leyenda del buscador durante mis 20.. No podía dejar atrás una serie como esta. 

Deseando ver próximos capitulos, o incluso los que me dejé atrás.