Deja que te diga, muchacho que empiezas;
Es duro el camino cuando el pulso
tiembla
y es mucho más fácil seguir el atajo,
que a veces se encuentra
sin mucho trabajo.
Pues sí, pero ¡atento! que el peligro acecha
y puedes
herirte con alguna piedra.
Deja que te diga, muchacho que empiezas:
Es
duro el camino cuando el pulso tiembla.
Las obras que duran son aquellas
obras
que no fueron hechas en dos o tres horas,
que han sido pensadas a
plena conciencia,
tanto, que ni el tiempo se atreve con ellas.
Deja
que te diga, muchacho que empiezas:
No vale la pena perder la
paciencia.
Controla ese fuego que llevas por dentro,
espera y confía,
dale tiempo al tiempo,
que nada es eterno, que a todos nos llega,
bien
tarde o temprano, la luz de una estrella.
Y cuando te llegue, muchacho
que empiezas,
su luz será clara si todo lo entregas.
Si dejas a otros
decir lo que vales
y fijas tu meta más lejos que antes;
si evitas la
silla de los conformistas,
entonces, muchacho, serás un artista.
A.
Cortez
No hay comentarios:
Publicar un comentario