viernes, 5 de noviembre de 2010

Muchacho que empiezas



Deja que te diga, muchacho que empiezas; 
Es duro el camino cuando el pulso tiembla
y es mucho más fácil seguir el atajo, 
que a veces se encuentra sin mucho trabajo.
Pues sí, pero ¡atento! que el peligro acecha
y puedes herirte con alguna piedra.

Deja que te diga, muchacho que empiezas:
Es duro el camino cuando el pulso tiembla.
Las obras que duran son aquellas obras
que no fueron hechas en dos o tres horas, 
que han sido pensadas a plena conciencia, 
tanto, que ni el tiempo se atreve con ellas.

Deja que te diga, muchacho que empiezas:
No vale la pena perder la paciencia.
Controla ese fuego que llevas por dentro, 
espera y confía, dale tiempo al tiempo,
que nada es eterno, que a todos nos llega, 
bien tarde o temprano, la luz de una estrella.

Y cuando te llegue, muchacho que empiezas, 
su luz será clara si todo lo entregas. 
Si dejas a otros decir lo que vales 
y fijas tu meta más lejos que antes;
si evitas la silla de los conformistas, 
entonces, muchacho, serás un artista.

A. Cortez 

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