domingo, 11 de mayo de 2014

Distancia que duele



El tiempo te muestra que las relaciones pueden ser todo lo fuerte que menos imaginabas, y en muchas ocasiones, aquellas que tienen una distancia por medio son las más fuertes de todas. Sin embargo, son las más complicadas de llevar y soportar.
Siempre me han resultado fáciles relativamente. Acepto el hecho de que la distancia existe y no hay más opción, por lo que más o menos controlo mis emociones y sensaciones y no echo tanto de menos a esa persona especial que en mi corazón está tan cerca pero que está tan lejos realmente. 
Sin embargo, a veces, las cosas se complican aún más y cuando no es solo la distancia real, sino que una de las dos toma distancia esta si es más dolorosa y desgarradora.

Cada vez que nos separamos es todo un reto. El hambre se va, y solo apetece estar tumbado en posición fetal. No sé por qué es la posición que nos hace sentir menos desamparados. 
No se puede evitar.. tras días juntas.. nos echamos de menos y es duro. Me mata ver que lo llevas tan mal y sobre todo que te distancias más aún por lo que me haces más mal a mi, mal que pretendo evitar y que no me dejas evitar.

Hoy estoy mal, la verdad. Volví anoche y desde las 2 no me escribes. Son las 6 de la tarde.. Nunca has estado tantas horas, creo sin dar señales, siempre solías volver porque a fin de cuentas me echabas de menos..
Siento.. me haces pensar en que una de estas veces.. acabará esto. Supongo que siempre que hemos hablado de la distancia me has hecho ver que aunque nos prometiésemos amor eterno.. tu te marcharías si este se prolongase mucho en la distancia. Tu máxima es el año que viene. Es cuando quieres partir, tomar tus maletas y venir para hacer una vida conmigo sin distancia alguna. 
Pero temo que la vida no pretenda lo mismo y quiera prolongar esa distancia un poco más. Porque.. qué pasará entonces? o incluso.. qué pasará estos meses que quedan hasta ese junio del año que viene?

Evito pensar pero a veces no puedo evitar más. Ojala pudieses llevarlo como yo, que no te doliese tanto y que la distancia no fuese una enemiga sino una aliada con quien jugar, al menos por el tiempo que ha de existir. Sería todo mucho más fácil y menos doloroso para ambas..

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