lunes, 20 de agosto de 2012

Cómo triunfar en el amor


1.- No corras. Correr sólo es bueno para hacer deporte. En la vida correr te puede traer disgustos inesperados. Aunque te sientas muy segura de lo que estás haciendo, intenta hacerlo “despacio y con buena letra”, y con mayor razón en las relaciones amorosas. Aunque tampoco es bueno que te eternices y provoques un estancamiento. No significa que no la disfrutes plenamente desde el principio, sino que procures tomar decisiones que te ayuden a ser más feliz.

2.- Esfuérzate por conocerle. Es importante que no te dejes llevar por la pasión del primer momento y pienses en cómo será la relación con esa persona en el futuro, y si es posible con la cabeza fría. Todos sabemos que los primeros momentos con alguien están llenos de pasión. No te dejes llevar por ella y valora a esa persona como lo haces con todo lo demás, buscando tu bienestar y no el de tu compañero. Que tú estés bien hará que la otra persona también lo sienta.

3.- No ofrezcas más de lo que serás capaz dentro de unos años. Y no te esfuerces más de lo que harás en el futuro. Si creas dinámicas en las que pones más de ti mismo que tu pareja, te obligará en el futuro a continuar haciéndolo y, cuando falte, las cosas se torcerán. Ya no somos adolescentes y necesitamos seguridad en nuestras relaciones. Si desde el principio te vuelcas demasiado, puede haber problemas y serás responsable de ellos.

4.- Sé tú misma. No intentes parecer más guapa, simpática o inteligente de lo que eres. Cada uno tenemos nuestro atractivo y no podemos engañar al prójimo con actuaciones fuera de lugar. Te pillarán y será peor. No es mentira cuando nuestra madre nos dice que cada uno tiene su atractivo y que llegará alguien que nos quiera tal y como somos. Las madres nunca mienten, y menos a sus hijos o hijas. Quiérete mucho y encontrarás amor de los demás en todos los entornos de tu vida social.

5.- Habla mucho con tu nueva pareja. Comentad habitualmente las cosas que os parecen bien y no tan bien de vuestro nuevo amor. Hablando se entiende la gente y no es necesario llegar al conflicto para tratarlo; nos podemos anticipar y resolver antes las causas que lo pueden generar en el futuro. Cuando habléis de las cosas buenas procura que no se te suba en exceso el orgullo y piensa en cómo mejorar aún más. Y si es un problema, no te sientas ofendida o le busques “tres pies al gato”. Tómatelo con naturalidad y trabaja para cambiarlo si consideras que puedes y debes hacerlo.

6.- Cuidado con introducirte demasiado pronto en su vida. Si no te parece el momento de conocer a su familia, ¿para qué vas a ponerte en esa situación? Su familia es importante, y la tuya también, pero meterse demasiado pronto en berenjenales que no deseas, te puede hacer salir huyendo mucho antes de lo previsto. Si hablamos de los amigos es otra cosa, pero ojo con los amigos más cercanos; ahí si es importante que valores cómo son y si te sientes a gusto con ellos.

7.- También es muy importante que no te metas en sus asuntos. No es bueno que compartáis absolutamente todo. Guardaros aspectos de vuestras vidas para vosotras mismas, ya que, al igual que os agobiaría que se metieran en vuestra vida, también ocurre al revés, así que no le digas tan pronto si gasta mucho o poco, si fuma demasiado o si sale con los amigos. Ya habrá tiempo de hablar esas cosas con tranquilidad. Y si crees que esto te perjudica demasiado y no puedes aguantarlo, elige muy bien el momento y la manera de meterte en su vida de una forma tan precipitada.


Tienes que estar emocionada con la nueva conquista y con la posibilidad de que sea el hombre de tu vida, pero esto no te puede hacer perder la perspectiva y dejar de recordar que la importante eres tú y siempre lo serás.

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