Cambios de look

Todavía recuerdo cuando hace algún par de años, me dio por querer cambiar de look y transformarme poniéndome el pelo de rubio platino como una de mis cantantes favoritas. Claro que el crimen no fue ese sino todo lo demás.

Busqué por muchos meses el corte de pelo exacto a la vez que el color, tenía claro que era un corte de chico pero con la longitud suficiente como para plantarme el pelo, que dirían algunos, claro que desconocía eso de la cera y obviamente no estaba dispuesta a tirarme 30 minutos como mínimo acicalandome el pelo.

Llegué a la pelu con mi idea montada y descubrimos ya, en mitad de mi momento tinte, que era alérgica al tinte. Tuvimos que lavar antes y.. lo que en un inicio debía ser rubio platino acabo siendo naranja zanahoria.

Mi cara tras esto fue todo un poema y a pesar de eso, accedí a que mi pelo se cortase tal y como pretendía.

Fue tan el shock del cambio y el dolor de mi cabeza, del cuero cabelludo que detesté el look con todas mis fuerzas y me negué a mirarme durante esa primera semana en cualquier espejo, además de no salir de casa porque me sentía realmente mal.

Finalmente, los dolores cesaron y mi autoestima fue subiendo a medida que mi pelo iba creciendo y el zanahorio se convertía en rubito.