lunes, 6 de febrero de 2012

Necesito que me quieras, en acción


Pues es que no puedo tener más consideración de la que tengo. no puedo no hacerme apática cuando tú lo estás siendo conmigo. Tampoco puedo ser adivina y saber lo que te pasa después de haberte preguntado y que me hayas dicho que todo está perfecto. Si necesitas un abrazo.. ven. Si ocurre algo, dímelo. Pero te vas, y te vas, pasas de escribirme, más que lo justo e incluso a veces, ni eso y mis energías se agotan. No puedo ir una y otra vez sin obtener un ápice de correspondencia.. no sé, creo que por muy considerada que sea.. tú, incluso, dices que te vuelves más apática cuando me ves a mi que lo soy.. es lo mismo. Pero como te he dicho hoy, no puedo ir una y otra vez diciéndote: oye, que estás en estado apático, porque no es la primera vez y no será la última. Es por eso que la primera te lo dije y cambiaste, pero.. si es temporal, realmente no quiero cambios. Prefiero acostumbrarme y que sea lineal. Y si pasas de mi, que lo hagas siempre. No sé. A veces solía pensar que era porque esperaba mucho de ti, pero a medida que pasa el tiempo, lo cierto es que espero lo que considero que es mínimo y básico. Al menos para tener una relación de amistad, o una relación decente.

La verdad es que me sorprende que me eches a mí las culpas cuando no considero que yo las lleve. Y creo que si esto sigue por este camino.. la verdad es que me temo que no iremos a ninguna parte.. sin tardar mucho.

En la primera ocasión dijiste que era por los exámenes, asumiste las culpas y dijiste cambiaré. No mentiste, cambiaste, fuiste madura al asumir e incluso pediste disculpas y rectificaste.. ahora estamos en exámenes de nuevo (bueno en verdad no los dejamos nunca..) y el cambio cesó, y esta vez las culpas me las has echado a mí.

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