miércoles, 22 de septiembre de 2010

Pasado


Creo que son innumerables las veces en las que miramos las huellas que quedaron atrás en nuestro camino.

Fotos, videos, recuerdos... cualquier huella es importante para en un momento hacernos encontrar la paz o facilitar un rencuentro con nosotros mismos si es que andamos un poco desubicados. También las huellas nos hacen felices simplemente con observarlas unos minutos y descubrir todas las cosas que pasaron y que por alguna razón fueron especiales para nosotros.

Otras veces las huellas solo dañan, porque no todos los recuerdos que guardamos vienen con un lacito. Pero debemos ser fuertes, y fríos en ese sentido para poder recoger de esos recuerdos la parte positiva, la que nos lleve a un aprendizaje del que podamos sacar un fruto especial para poder ser más felices de lo que ya somos.

Al fin y al cabo, el objetivo de todo hombre consiste en ser feliz, y es cuestión de tiempo que encontremos lo que verdaderamente consigue que ese objetivo se lleve a cabo.

Unos tardan más y necesitan dejar más huellas, otros con tan solo tres, son capaces de encontrarlo.

De igual manera, tenemos toda una vida por delante para conseguirlo, y podemos acudir las veces que queramos a aquellas huellas que dejamos en el camino ya recorrido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario