miércoles, 29 de septiembre de 2010

Zarzalejo


Los origenes son aquello que nos hace amar lo que realmente amamos.

Por mi mente pasan miles de recuerdos de allí; todas las veces en la que jugaba con infinidad de animales, las veces en las que corria con mi querido hermano, o incluso las veces que lo hacía sola, la infinidad de veces que me subí a esa roca a meditar o simplemente a tomar algo de aire, mis historias, mis constantes investigaciones, mi mundo en la naturaleza... todas aquellas veces en la que jugaba con mis coches o mis muñecas en el porche de la casa mientras el resto de la casa dormia la siesta, o las veces que me ponia a jugar en mi caseta de indio y todas esas colchonetas. Las noches viendo las estrellas y aquellas en las que cuando estabas haciendo pis deseabas que el pis fuera el más corto de tu vida por si venia un ginete y te llevaba a con él a la más pura oscuridad. Las noches que miraba fijamente al techo observando que no hubiese ninguna araña cerca, asi como ahora hago en la playa con tal de no toparme con una medusa...
Las veces que comiamos parrillada y lo bien que me sabia ese maravilloso bocata de chorizo, o que cuando llegabamos al pueblo mis papis me dejaban abastecerme de chuches para todo el fin de semana.

Las mañanas de frio incluso en verano..

Me alientan y reconfortan tanto estos recuerdos que lo cierto es que tengo una gran morriña por ese lugar.
Sin embargo hace mucho que no sé de él, el tiempo le hizo volar y salir de mi vida y a pesar de eso, aunque supongo que también por esa razón, se ha aferrado tanto a mi corazón como lo ha hecho.

El paso del tiempo me enseñó a amarlo, porque es allí donde me críe. Es por ese lugar que amo a los animales y la naturaleza en todo su explendor y que me gusta cuidarlos y convivir con ellos. Soy de campo, como las amapolas, mis flores favoritas desde pequeña.

Quien sabe si algún día vuelva a ese lugar, aunque cuento con que esa visita no sea para nada buena y posiblemente mate muchos de mis agradables recuerdos.

Ojalá ese lugar aún estuviese en mi mano, y no hubiese cambiado tanto como recuerdo que hizo la ultima vez que lo contemple.
Aunque a pesar de eso, mis recuerdos siempre permanecerán alli y en mi corazón y ya puede cambiar todo lo que quiera que eso nunca nadie lo borrara de mi.

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